El Administrador de Fincas debe ser como la mujer del césar
Como la mujer del césar, el Administrador de Fincas ha de ser honrado, y además parecerlo. Quiere esto decir que, además de administrar sus comunidades de propietarios con total transparencia, también debe ser intachable en sus relaciones con la sociedad y con los compañeros, y lo mismo que no imputará a una comunidad los gastos que correspondan a otra, tampoco actuará como un profesional tóxico que intenta arrebatar comunidades a un compañero, ni se apropiará de acciones y publicaciones de otro, haciéndolas pasar por propias. Sobre los administradores tóxicos ya escribió mi compañera Maribel Orellana hace unos días, y sobre los copistas y plagiarios me toca hacerlo a mí ahora.